Aceite corporal Reina de Nilo (Egipto )

Previamente a la aplicación de cualquier aceite corporal se aconseja el uso del Agua Reina de Hungría.

ACEITE CORPORAL DE LA REINA DE EGIPTO

Aceite corporal con base de aceite de almendras.

Materias primas 100% naturales.

No contiene colorantes. No testado en animales.

Combinar con gel de baño Reina de Egipto y sales de baño Reina de Egipto.

Composición: Aceite de Almendras, Aceites Esenciales de Incienso y Mirra.

Aceite esencial de Incienso: proviene de un árbol pequeño nativo del norte de África y de algunos países árabes. Cuando se daña la corteza, el árbol exuda una resina en forma de lágrimas, y el aceite esencial es extraído de la resina por arrastre de vapor. En tiempos pasados, la resina era recogida de los árboles en los que aparecían grietas de modo natural, pero posteriormente se empezaron a hacer sistemáticamente los cortes en la corteza  para favorecer la producción de resina. El aceite varia de incoloro a amarillo muy pálido, con un olor penetrante, claro, fresco y ligeramente alcanforado. En el cuidado de la piel, el incienso es particularmente valioso para pieles envejecidas, con un definido efecto tonificante, que ayuda a restaurar parte de su tono a la piel  de aspecto lacio y a frenar la aparición de las arrugas. Puede incluso reducir la extensión de las arrugas que ya se han formado. Tiene un efecto calmante sobre las emociones, lo que se relaciona con su uso como auxiliar de la meditación. Es de valiosa utilidad en caso de reglas anormalmente pesadas, utilizándolo en baños y masajes suaves sobre el abdomen. Puede emplearse sin riesgos durante el embarazo.

Aceite esencial de Mirra: la mirra es una resina producida por un árbol pequeño y espinoso, que crece en regiones semidesiertas de Libia, Irán a lo largo del mar Rojo, y diversas áreas del noroeste de África. Tiene un olor aromático caliente, ahumado, amargo, reminiscente quizá del clima en el que sobrevive este pequeño y resistente árbol. Junto con el incienso, la mirra fue utilizada en todas las civilizaciones antiguas como perfume y medicina. Fue altamente valorada como ungüento regenerativo para las heridas debido a sus propiedades antisépticas, regenerativas y antiinflmatorias. Es especialmente valiosa para las heridas que tardan en curar, y para las afecciones rezumantes de la piel, incluyendo el eccema fisurante y el pie de atleta. Para esta última el hecho de que la mirra sea fungicida resulta doblemente beneficioso. Regenera la piel agrietada, especialmente los talones de los pies y las manos que trabajan intensamente.

Presentación: frasco 150 ml.